No, no he estado de Vacaciones estos quince días, he trabajado y mucho. No he querido dejar pasar un día más sin poder dar mi opinión en este post sobre un asunto que me ha removido mucho las tripas.
Hace mucho tiempo, en los albores del tiempo, yo también intente ser dibujante. Se lo que significa para cualquier artista de cómic llegar a publicar.
Pero para lo que quiero explicar, voy a usar una parábola que ya usó en su momento Sergio Bleda, gran dibujante, en su propio blog:
Cuando uno nace, no quiere ser
PANADERO. Pero la cosa es que en casa hay pan, porque lo trae un familiar, padre o hermano mayor, y te pones a comer pan. Y te gusta… mola mucho el sabor del pan y te deja saciado en un momento importante de tu vida en el que necesitas valores importantes como los del Pan.
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Un poco mas tarde, “escuchas la llamada” y decides que porque solo dedicarte a comer pan y si puedes fabricarlo.
Empiezas a combinar cosas como harina, agua, y un poco de cocción. Pero el pan no sabe como tu pan de baged o tu pan de molde. Pero decides que te saldrá como el que te gusta.
Vas combinando cosas con tu pan hasta que descubres la levadura. El pan se hincha y decides cocinarlo en el horno. Se lo ofreces a tus familiares y amigos, y te felicitan. Muchos amigos tuyos llegan a este punto y deciden que no quieren seguir fabricando pan.
Pero a ti no te satisface, ya que el pan de panadería sabe diferente.
Pero no sabes como hacer que se parezcan. Amasas y amasas tu harina, tu agua y tu levadura… pero no es lo mismo.
Dependiendo donde has nacido, encuentras escuelas de pan, donde te enseñan a cocinarlo. Visitas Salones internacionales del Pan. Allí conoces a otras personas que también saben cocinar pan. Intercambias consejo y conoces panaderos de renombre. Ves que empresas alimentarías pagan millones porque esos panaderos hagan su pan en su empresa.
Al final, tras años de intentarlo, una panadería de barrio te contrata para hacer pan. Pero tú quieres trabajar para esas Grandes Empresas Alimentarías. Que tu pan sea embolsado en una bolsa especial.
Viajas al país donde una de las mayores empresas alimentarías trabajan y ofreces tus diferentes panes. Vuelves con las manos vacías. Has gastado el sueldo de un año para nada. Años (si, hablo de años) después, un directivo de la empresa alimentaría visita uno de esos salones internacionales del pan. Y te dice que le encantaría que produjeras una receta de pan para él.
Entonces tras casi muchos años de intentarlo, crees que has conseguido todo lo que querías desde pequeño, pero ese directivo simplemente no vuelve a contestar tus llamadas, tus e-mails o tus correos ordinarios. La frustración es incluso peor que antes, ya que no entiendes porque si hay panaderos que hacen un pan mucho peor que el que tu haces, ellos trabajan en esa empresa alimentaría y tu no.
Cuando ya decides que trabajar en tu panadería de barrio, es lo mejor que te ha podido pasar, un directivo de otra empresa alimentaría te da una prueba para trabajar con ellos.
Y tras probarlo, te dicen que si, que quieren que trabajes para ellos, pero tu no lo quieres creer.
Empiezas a trabajar con esa empresa alimentaría y tienes que dejar tu trabajo en tu panadería.
Como realmente gusta tu pan, deciden en la empresa alimentaría, que van a sacar una línea de panes con tu receta.
Eres muy feliz.
La empresa alimentaría decide hacer un gran lanzamiento con tu pan. Entras en internet para saber la opinión del público y lo único que lees es “BullShit”, no me gusta y que tu pan sabe a melón o que es muy grueso.
Esto es lo que ha pasado a grandes rasgos con David Lafuente en con la portada de “Ultimate Spiderman #1” en esta página http://www.zonanegativa.com/?p=9546 podéis leer una gran cantidad de comentarios “salvajes” sobre de cómo hundir en la miseria a un dibujante.
Respeto el derecho de expresión y todo el mundo tiene derecho a declarar su opinión sobre cualquier tema.
Pero hace mucho que aprendí a que si no tienes nada constructivo que decir sobre un dibujante, no digas nada.
Como dijo Carlos Pacheco en su momento, la mejor forma de protestar contra algo que no te gusta en el mundo del cómic, es no comprarlo. Si no te gusta, no lo compres.
Es realmente dificilísimo conseguir trabajar en USA. (Estas palabras no pueden ni siquiera hacer entender el nivel de dificultad a alguien que no lo ha intentado). Pero lo que yo digo a los dibujantes que represento, la única opinión que importa es la del Editor que te esta dando trabajo.
Pero a los que gratuitamente escriben cosas como “Snff… apesta a cómic japo” o “El Niño Meloooón! O debería decir Sandía? Vaya cabeza!” o “Iba a decir una burrada, lo q me parece de verdad la portada, pero lo voy a dejar en que no me gusta nada.” Solo puedo decirles que si en vuestro trabajo, unas 100 personas fueran diciendo cosas así, llegarías muy mal a casa..
Sabéis, hace mucho tiempo que represento a dibujantes de cómic.
El primer año que estuve enviando mails de magníficos dibujantes que represento y viajando a convenciones al extranjero, me sentía “spam”. Hasta que un día, por pesado, los editores empezaron a responderme. No imagináis lo frustrante que me resultaba.
Pero al final conseguí que entre un dibujante a trabajar en Marvel Comics. Y os juro que es una emoción indescriptible.
Personalmente me siento muy feliz cuando un representante de cómic consigue trabajo a un artista de cómic en Francia o USA. Son mi distinguida competencia, pero me siento muy feliz al saber que, la gente que tanta frustración ha sufrido, al fin consigue sus metas personales, hace su sueño realidad. Tengo miles de ejemplos que podría dar, pero los que me vienen primero a la mente son Sergio Ariño y Bruno Redondo; Felicidades de Nuevo.
Tengo grandes objetivos este año que viene para mi empresa.
Viajaré el año que viene a Angoulema en Febrero, y a Nueva York en Noviembre. Y si no se tuercen las cosas viajaré a Chicago en Abril.
