En DCM90 se
impone la ley del silencio. Los artistas que trabajan para ellos no hacen ningún
tipo de comentario, sobre sus trabajos actuales con esa editorial. Medida muy
agresiva, que demuestra que como no hay control alguno dentro de la editorial,
tienen que imponer esto, para que la situación en la editorial no se airé en
los medios de comunicación. Tienen todo el derecho a reclamar discreción a los
trabajadores externos a la editorial. Pero en mi opinión, frente el trabajo mal
pagado (respecto a otro tipo de artistas, como en la publicidad o los
videojuegos), en DCM90 deberían tener en cuenta, que la mayoría de los autores
que trabajan con ellos, lo hacen por la ilusión de trabajar en lo que les
gusta, y no haciendo storys de anuncios de compresas.
Decir de lo
que trabajan, es de lo mejor que hay al trabajar en cómics. Pero si te
amordazan por una razón ajena a tu voluntad… es para denunciarlo.
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