Hoy quiero hablar de otro país olvidado por el mundo del
cómic. Hoy relato la historia del cómic en Hungría.
Y, ¿cómo se dice "cómic" en húngaro? képregény,
una palabra compuesta de kép (imagen) y Regeny (novela), que unido, forman el
término "novela gráfica".
Al igual que en Francia o USA, la tradición del cómic en Hungría
nació en el siglo XIX, pero su producción sigue siendo esporádica y no pudo
echar raíces en la tradición popular en el país.
A raíz de la Segunda Guerra Mundial, los periódicos para
niños y jóvenes florecieron, con su máxima expresión en la revista Pajtás de
1946. Pero pronto la cultura húngara fue
impregnada por el barniz comunista, y Hungría se vio obligada a someterse a los
dictados de una forma de pensar soviética. Finogenov dijo: "El cómic es un
producto de la decadencia imperialista”. En consecuencia, desapareció por completo
de las publicaciones húngaras tras la prohibición del primer ministro húngaro Mátyás
Rákosi.
Un año después de sofocar la revolución de 1956, el control soviético
necesitaba distraer al pueblo, así que en febrero de 1957 la revista “Fules”,
una revista de palabras cruzadas que sigue siendo publicada hoy, abrió una
amplia sección de cómics. Para evitar la censura soviética, se dedicaron a
adaptar clásicos de la literatura universal al cómic. Los Miserables de Victor
Hugo, abrió una primera serie de 68 episodios de adaptaciones, que fueron el
preludio de una abundante producción de adaptaciones literarias.
Tres grandes artistas secuénciales sobresalieron en esas
adaptaciones literarias:
Korcsmáros Pál (1916-1975) que adapto la novela “Jenő Rejto”
una parodia de la Legión Extranjera de un escritor deportado y asesinado a
finales de 1942 a causa de sus orígenes judíos. El intento de trasladarse al
extranjero en 1960, a través de un amigo, y su adaptación de los tres
mosqueteros de Alejandro Dumas, hizo que Korcsmáros fuera visto por las
autoridades como sospechoso, y le confisco las páginas originales de sus obras.
Las páginas fueron devueltas a sus herederos que cincuenta años más tarde...
Sebők Imre (1906-1980), hizo una versión de Tijl
Uilenspiegel de Charles Decoster.
Y Ernő Zorad (1911-2004) artista realista en la línea de artistas
secuénciales franceses como Poivet o Gillon, quien rubricó las adaptaciones de Miguel
Strogoff de Jules Verne y Cyrano de Edmond Rostand.
Este tipo de cómic duró hasta la caída del régimen
soviético. En la actualidad la industria del cómic húngara se dedica especialmente
a la impresión de licencias de los cómics extranjeros. Esto a reduciendo a la
nada toda la producción nacional, haciendo considerar estas adaptaciones como
una producción anticuada. La excepción a la regla, fue la revista “Kreten” creada
en 1994, tipo “el Jueves”, que ha permitido la aparición de nuevos artistas secuénciales
con registro del humorístico.
Muchos artistas secuénciales húngaros se han reunido para fundar Academia Húngara de cómics (MKA). En 2005, fue el turno del primer festival del cómic en Hungría organizado por la alianza que reúne a diferentes editoriales húngaras de cómic llamada Alianza Húngara de cómics. Por último, la escuela de arte en Budapest “Corvin” ha abierto un curso de cómic.
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