Ayer asistí a una charla entre David Macho y los alumnos de
la “Escola d’art i superior de Diseny Pau Gargallo de Badalona”. La verdad es
que muchas cosas que dijo son cosas que yo he escrito ya en el blog por
separado. Pero ciertamente disfruté muchísimo de la intervención de David,
donde desde el principio se metió el público en el bolsillo. Nunca hubo un monólogo
y siempre estuvo abierto a contestar las preguntas de los alumnos y profesores
del centro. No estoy de acuerdo con todo pero quiero transcribir la mayoría de
las cosas dichas.
Tras unas preguntas al público para saber quien esta
interesado en trabajar en el mercado americano, David empezó diciendo la frase mágica
que repitió una y otra vez a lo largo de las casi dos horas de charla: “elige
lo que quieres hacer”
Para empezar habló de las fechas de entrega, que para un
artista secuencial en el mercado americano tienen que ser mas que sagradas, que
para que estas se cumplan hay que tener disciplina, y que si quieres ser un
artista secuencial debes olvidarte de tiempo de trabajo al día -que según él, son
12 horas por página a lápiz o 16 horas haciendo también la tinta-. Y sentenció
que si hay alguien que lo esta haciendo por dinero, que lo hay, en dos años lo
dejarás.
Pero el artista secuencial no es un ilustrador –como dijo el
“dibujante de cromos- sino un narrador, que busca la narración emocional.
Por eso es importante ser capaz de crear un Cliffhanger en
cada página para provocar una emoción a parte de saber perspectiva, anatomía,
etc.
En respuesta a otra pregunta, David enumeró las preguntas de
los editores: la edad, si has publicado y tú ritmo de página. Recalcó la
cuestión de la edad, ya que los artistas secuénciales mayores de 35 años son
muy difíciles de reconducir hacia lo que el editor busca. Hay que empatizar con
el editor y en una reunión jamás has de justificarte.
A otra pregunta de un alumno de salida nivel nacional, David
dio varias salidas como Crowdfunding, El Jueves y la Cúpula.
Fuera de España, Italia tiene Bonelli y a Francia has de llegar
con un proyecto. Aquí explicó cómo piensa él como funciona el mercado francófono.
Sí acertó al decir que los editores franceses pueden interesarles contratar al
artista secuencial y no el proyecto, y que los mismo editores asignan a esos
artistas secuenciales a proyectos de guionistas franceses sin artista asignado,
como situación paralela a la americana.
En USA es una cuestión de trabajar duro. Lo difícil es
mantenerse y no llegar. Para eso hay que seguir el mantra de más arriba. Hay
doscientos artistas que han llegado, con un cómic publicado. Aquí habló sobre
el dinero y la industria, que está el
estatus que se consigue tras un tiempo de trabajar seguido, y eso hace que te
paguen mas a través de los bonus, contratos en exclusiva, etc. Pero eso es después.
Y tajante confirmó que no hay enchufes.
A la pregunta de cómo es su trabajo, indicó que hay una
parte donde enseña. Que un editor puede ver el trabajo de un autor, y sabe que
puede saber si a un autor puede quedarle un año o dos, pero que eso es raro que
se encargue el editor, por eso él conduce a los autores secuenciales para
prepararles para trabajar en el mercado americano. Que una vez estas en el, él
negocia precios, contratos, etc… que es un trabajo de fondo.
Aquí indicó que el trabajo de entintador está en extinción y
que si alguien quiere ser entintador que aprenda a dibujar. Y que cada vez el
trabajo del colorista está mas valorado, sobretodo frente a la valoración que
se hacía en los 90 de este trabajo.
Para David es importante explicar cómo es el trabajo en
cadena que se realiza artista secuencial, entintador –embellecedor-, colorista,
etc.
Pero que hay artistas secuenciales que pueden hacer lápiz,
tinta y color ellos mismo en 6 semanas.
A la pregunta de una alumna sobre cómo presentar unas
muestras de tinta, David le indicó que tenía que poner juntos el lápiz y la
tinta en un portafolio Dna4. Pero no enseñar los originales. Volvió a hablar de
empatizar con el editor, que al editor le será mas fácil mirar un portafolio de
Dna4 que uno de Dna3, y que se debe pensar en el editor, que cuando presentes
muestras se entienda lo que se lee en la página y que no espere que el editor
sepa que sabes tu sobre los errores que hay en ellas. Habló que en los 80 y los
90 los editores querían ver en todas las páginas debía haber un Establishing Shot
y un plano cercano para ver cómo podrías narrar así entre viñetas.
Es importante dejárselo fácil al editor para que confíe en ti,
ya que está arriesgando mucho. Los cómics en USA se hacen sobre pedido y no son
retornables, excepto en el caso que el autor anunciado haya cambiado al
imprimirse en un 60% del número, razón
por la cual se posible devolver el número, con la consecuente pérdida de
dinero.
Habló que hace un tiempo había un editor que buscaba para
hacer superhéroes muchos estilos y distintos, pero que al final se dio cuenta
que los superhéroes han de ser “sensuales” “dioses griego” que atraigan al público.
Y que por eso, los grandes títulos mantienen un tipo de artistas, pero que otros
títulos buscan ofrecer cosas nuevas, llevando a diversificar el mercado, como
está haciendo Marvel. La influencia de los editores Vértigo en la actualidad ha
abierto la puerta a muchos estilos que en los 80 y los 90 no se habrían dado.
A la pregunta qué autor le ha sorprendido mas, respondió que
cada autor secuencial tiene algo que le sorprende, donde su capacidad está mas
desarrollada. Pero terminó diciendo que lo que le sorprende mas es la capacidad
inmovilista de ciertos autores secuenciales. Su incapacidad de mejorar.
A una de las últimas preguntas, David respondió que en los
60 los artistas trabajaban en el bullpen de la editorial en cadena, que eso
cambió cuando se pudieron enviar las páginas por paquetería y las
conversaciones por fax. Pero con la era digital, todo es mucho más rápido. Eso ha creado una competencia brutal entre
artistas secuenciales de muchos países.
También comentó que toda regla tiene excepciones y dejó
varios ejemplos.
Cerró la charla con la misma frase “elige lo que quieras
hacer” y que nada ni nadie te detenga en el empeño.