Tierra 503. 11 de marzo del 1917.

Hay un universo paralelo, entre el universo de Wachmen y el de Ultimate, uno de esos en los cuales John Difool cae una y otra vez… donde la empresa de zeppelines continua trasladando gente potentada entre las dos orillas del Atlántico, tal cual cruceros volantes… donde el Dodo esta cerca de su extinción… que vamos a llamar tierra 503.

Una de las particularidades de esta tierra, es que desde su inicio de publicación, el 11 de marzo del 1917, el TBO no ha dejado de publicarse semanalmente. Siempre fue un referente cultural español en todo el mundo, y estamos preparando en el mundo del tebeo español el 50 aniversario dentro de cuatro años.

En esa tierra paralela donde los niños quieren ser bomberos, astronautas, artistas secuénciales, todas las editoriales de libros tienen su propia revista de tebeos, y algunas editoriales de tebeos no tienen nada que envidiar a las editoriales de libros.

En la tierra 503, los salones del cómic no se organizan con dinero público, sino que un mercado saneado donde las cifras de publicación se parecen en gran medida a las de Japón, son eventos privados que dan mucho beneficio.

Imaginaros un salón del cómic de Barcelona en la tierra 503… pagas una entrada de 50 euros y no te lo terminas nunca. Presentaciones de nuevos lanzamientos de Zinco, Vértice, Surco; videojuegos sobre el último gran éxito de Planeta… gran exposición de originales de Enric Badia Romero de las tiras de prensa de Axa publicadas durante 30 años en “El País”. Gran ultimo fichaje de Bruguera de David Rubín para su revista de cabecera “Super-Mortadelo”. Charla coloquio de Carlos Pacheco y Rafa Marin, sobre su editorial Iberia Inc, y el décimo aniversario de publicación de Arrowsmith. Y todo el mundo quiere ver las nuevas imágenes de la película de Alejandro Amenabar, sobre Torpedo.

Uff, espectacular.

Un bloguero, el sábado del saló de la tierra 503, escribe la crónica del universo paralelo “prime”, donde los dibujantes españoles mal viven si trabajan para editoriales españolas. Donde los editores-pirata, venden su material sin permiso, y sin pagarles nada, porque es “así”. Donde representantes con egos del tamaño de la isla de Manhattan -que quieren ser guionistas-, sisean a sus dibujantes para sacarles provecho -¡Es justo!, un 15% de los trabajos que yo no te consigo es normal, yo te estoy enseñando-. Donde la única opción para trabajar como artista secuencial, es buscar trabajo en otros países. Donde tras terminar carísimos cursos en escuelas de cómics, los artistas secuénciales se han de poner a trabajar tras una barra de un bar de copas, porque esa es la salida profesional que les ofrece su mercado. Terrible, la vida en la tierra “prime” ¿Verdad?

Y además el Dodo esta extinguido.

El bloguero, termina la entrada con un… ¿Os imagináis?

Yo no imagino nada… lo vivo cada día. En esta entrada de youtube podéis ver un recorrido del NYCC. http://www.youtube.com/watch?v=bD79k7Jlgf4&feature=c4-overview&list=UUxc_FBqYG-ij5g5GR8mZ6fw 
Y solo es la parte de las editoriales y un poco de las tiendas. Después están los videojuegos, el callejón de los artistas, la parte del manga, las salas de actos…. Eso es lo que debería ser el saló del cómic internacional de Barcelona… o lo que es en la tierra 503.

Hace unos años, cuando Bob Harras era el editor en jefe de Marvel Comics visitó el Saló, dio las gracias por haber sido invitado al “Festival” del Comic de Barcelona. Claro, es comprensible que lo viera como un “Festival”. Comparado con las convenciones americanas, no pasamos de feria de pueblo.

¿Qué “Comic Con” americana invitaría a el editor en jefe de Norma? Ninguna.

Pues el Saló, ya lo ha hecho tres veces… Dos con Bob Harras y otro con Dan Didio.

Gracias a todos los que habéis hecho de tierra “prime” un lugar tan maravilloso.