Tom Brevoort nos recordó ayer, que fue el día "M" del mundo de la industria del cómic americano. Ayer se conmemoró la muerte de tres grandes del cómic book Mark Gruenwald, hace 22 años, Mike Wieringo hace 11 años, y Joe Kubert hace 6 años.
Yo tengo la suerte de haber conocido a dos de los tres. A Mark Gruenwald no lo llegue a conocer, pero recuerdo que su última voluntad fue que sus cenizas fueran parte la la impresión de un cómic. Recuerdo no poder tocar el trade paperback de Squadron Supreme donde Marvel hizo acto a su última voluntad. Me resulto tan triste como la muerte de Jack Kirby.
En el verano de 1994, mientras hacía cola para hablar con un editor de DC Cómics en SDCC, mi amigo Eduardo Alpuente me preguntó si quería conocer a Mike Wieringo. Me llevó al Artists Alley, donde estaba allí sentado. Recuerdo que Eduardo me dijo que era el otro artista de Flash, junto a Humberto Ramos, Salvador Larroca, Carlos Pacheco y Oscar Jiménez a los que ya conocía por diferentes motivos.
No recuerdo volver a hablar con él, pero la verdad es que yo era muy fan de su trabajo, y mi arte fue muy influenciado por el suyo.
A Joe Kubert lo conocí en Granada. Yo había oído hablar mucho de sus hijos y tenía un tomo de Hawk-Man dibujado por él. Mientras estaba para ayudarle en la zona VIP del salón, pude pedirle que me firmará ese tradepaperback. Creo que ya he dicho aquí que fue el primero que me compré, y lo conservo con mucha felicidad.
Para mí, recordar a estas personas siempre me ha sido muy difícil, grandes genios nos han dejado sintiendonos huérfanos.
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