Una semana de cambios editoriales. El ultimo, por ahora, la marcha de Heather Antos. Es una sensación agridulce. Es dulce porque se marcha a un puesto de trabajo mejor, y seguro bien remunerado como Editora en Jefe de Unikrn, una plataforma online de apuestas de eSports, relacionado con videojuegos y deportes.
Agrio porque esta impresionante persona deja su carrera tras ser protagonista de varias situaciones desagradable de las cuales fue victima.
Tengo la férrea política empresarial de no meterme en política, pero si no explico de donde viene esto, podemos encontrarnos en una situación de incomprensión de la magnitud de esta situación.
Heather entra en Marvel junto a un grupo de asistentes editores en el 2015 en la oficina de Jordan White. Ambos editaban Star Wars + Deadpool, mas otros títulos aleatoriamente.
Estos desafortunados acontecimientos a los que me refiero empiezan en el julio del año pasado, donde varias empleadas de Marvel Comics se juntaron para tomar unos batidos para celebrar la vida de Flo Steinberg, un icono de la industria que tuvo un papel calve en la expasión de Marvel - a parte de feminista declarada- y que había fallecido unos días antes. Header subió a su twitter un selfie, para dejar constancia de la reunión, y eso provocó que algunas personas creyeran que el selfie de Antos representaba lo que estaba "mal" en Marvel. Las descalificaciones sexistas se intensificaron tanto, que Heather se vio desbordada, y pidió ayuda a la empresa donde trabajaba.
Como reacción contraria los seguidores de Marvel crearon un hashtag #MakeMineMilkshake, de la cual fui participe, e incluso, editoras de DC Comics se hicieron una foto para apoyarla.
Pero el grupo de personas que atacaron a Heather empezaron a atacar a Marvel. Tras un desayuno de trabajo con los minorista durante la NYCC, se empezó a echar la culpa de la bajada de ventas de Marvel a que había personajes de color, homosexuales y extraños personajes femeninos. Desde el 2015, Marvel había cambiado drásticamente los personajes, haciéndolos multiculturales. No todos los minoristas estaban de acuerdo, pero comentarios sobre ese hecho hizo que una multitud de personas saltaran en internet. El youtuber de Diversity and Comics y algún artista dieron pie a la creación de una "lista negra" de personas de la industria a las que boicotear, usando un hashtag que no pienso dar aquí.
En esa lista había un grupo de editores, escritores, artistas secuenciales, entintadores y colorista que eran demasiado liberales, para el gusto de las personas que culpaban a la diversidad en los cómic books por las bajas ventas.
La intención de ese grupo era expulsar de la industria norteamericana del cómic a gente de ideas liberales o pertenecientes a grupos minoritarios o LGTB.
En esa "lista negra" estaba el nombre de Heather Antos, y por lo que parece es la primera de la lista en ser tachada.
Hacer listas, marcar a personas, generar confrontación y odio no ha llevado nunca a una industria sana en ninguna época de la historia.
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