A principios de semana Jim Lee subió esta foto donde se ve a el artista secuencial se fotografía junto a Chris Claremont. Estos artistas son los que hicieron el cómic que mas a vendido en el año 1993. Vendieron 8 millones de cómics con su X-Men número uno.
Como podéis leer aquí, ya he comentado que algo está cambiando en el mercado Francés de la BD. Hoy tengo otro síntoma de esta situación. Os pongo en antecedentes:
François Schuiten, dibujante oriundo de Bruselas, nacido el 26 de abril de 1956, comenzó a publicar a los 16 años en la revista "Pilote" en su número 704. Su carrera dio diferentes saltos hacia el estrellato, por ejemplo cuando en 1977 empezó a trabajar en "Métal Hurlant" o cuando en 1978 pasó a formar parte del staff de "À Suivre" revista editada por Casterman, y publicar en ella "Las murallas de Samaris", la primera entrega de la longeva serie "Las ciudades oscuras" en 1983. Esta última serie le proporcionó el prestigio definitivo. Todo esto le ha llevado ha ganar el Gran Premio de Angoulême en 2002.
Su último trabajo ha sido afrontar durante los últimos cuatro años, como homenaje a la histórica serie "Blake et Mortimer", un álbum llamado "Le dernier Pharaón".
Todo esto viene a que hace unos días ha dado a conocer a través de las redes sociales que ha acabado la última página del álbum y que se retira del mundo de la BD Francesa.
¿Y porqué? Porque como les pasa a muchos autores franceses, están hartos de que los salarios hayan descendido, que las tiradas también. Y la razón de ello es porque cada año, se publican en Francia, mas de cinco mil álbumes de BD. Las editoriales compiten con una ferocidad nunca vista, y aunque los lectores francofonos compran mas BD que libros y películas, resulta imposible que la industria genere suficientes ingresos para pagar a tantos autores como publican. Y por cada título que triunfa, nueve no lo hacen en demasía, y ese que triunfa, lo estiran como a un chicle, mas allá de lo que da la idea.
Además hay una cola interminable de nuevos talentos que esperan su oportunidad para ofrecer su arte "gratis" o "casi gratis" si es preciso para que las grandes editoriales les publiquen.
La política editorial que se a apoderado de las editoriales, impide que autores como François pueda dedicarle cuatro años a un álbum. Los autores intentan compensar su situación generando ingresos con su presencia en convenciones, en los salones, en los festivales, cobrando por su presencia, por productos derivados del BD,, venta de originales, etc... Pero no es suficiente.
Esa política editorial francesa, se parece a la americana. Obligan a trabajar mas rápido y, ademas, a invertir mas tiempo en eventos promocionales para que cada álbum destaque en medio de centenares de títulos que ya no caben en librerías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario